¿Qué hacer cuando odias la Navidad?
Las fiestas traen consigo una gran variedad de connotaciones. Para muchos es un tiempo de alegría, unión, tradición, diversión, cercanía con familiares y amigos. Para muchos otros, las fiestas tienen un significado muy distinto: la compra de regalos obligatorios, centros comerciales aglomerados, estrés y agobio, hacer el paripé con la familia, o quizá no hay con quién celebrar. Tantos escenarios que no encajan con las expectativas y la imagen que viene ligada a la navidad.
Nuestra idea de lo que es esta época y lo que representa, frecuentemente, tiene que ver con nuestras experiencias tempranas. Lo que era la navidad para nuestros padres y otros familiares y cómo se proyectaban sus percepciones en esos días. Si tenemos un padre o una madre que detesta las fiestas, incluso si hacen todo de libro (la decoración perfecta, el árbol más grande, deliciosa comida y regalos inmejorables), su espíritu traspasa todo el idealismo, especialmente a los niños cuyo instinto es como un radar que no viene teñido por convenciones sociales. Y si una persona viene de una familia disfuncional, en la que el niño tiene emociones ambivalentes o incluso negativas hacia uno y ambos padres, dichas emociones pueden fácilmente reflejarse en su idea de la navidad.Otros luchan con la navidad porque han perdido a alguien importante para ellos, o viven unas circunstancias personales complicadas que no animan a la celebración.
Independientemente de las razones concretas por las que una persona rechaza las navidades, no es difícil entender que la disonancia que hay entre la imagen comercial de la navidad y la realidad de muchas familias acaba en una sensación de alienación, nuestra vivencia simplemente no encaja con lo que nos venden.
El hecho de que siempre hemos hecho las cosas de una manera no implica que tengamos que seguir haciéndolo, reforzando ese rechazo a las navidades. A continuación, ofrecemos unas ideas respecto a cómo sobrellevar las fiestas y convertirlas en algo menos aversivo, y quizá incluso en un momento grato:
– Céntrate en lo que te gusta. La navidad tiene muchos significados, lo más seguro es que puedas encontrar uno, por muy pequeño que sea, que te agrade de las fiestas. Saca ese aspecto y amplíalo. Si quedar con los que quieres te agrada, quita el hecho de que sea navidad de la ecuación y céntrate en la parte social.
– Permítete no formar parte de los eventos si es mejor para ti. Si crees que tu asistencia te quita más de lo que te aporta, es decir, los contras superan los pros, está bien plantearte no formar parte de la manera que se ha celebrado hasta ahora.
– Mantén una rutina. No salir de tu rutina habitual te da un colchón de normalidad y además amortigua lo que te resulta complicado en las presentes fechas.
– Haz algo que te gusta, crea tu propia tradición. Puedes celebrar (o no celebrar) como te dé la gana. Puedes quedarte en casa, ver tu peli preferida, dar un paseo, comer algo que te encante que no tiene nada que ver con las tradiciones. De la misma manera puedes irte de viaje, cerca o lejos, dando a las fechas un significado que funciona para ti.
– Hazte un regalo. Todos los días del año son buenos para hacerse un regalo. No obstante, quizá sea apropiado elegir precisamente estas fechas para darte esa cosa que has anhelado durante un tiempo.
– Acepta lo que sientes, expresa tus emociones, pero sin ser un Grinch. Habrá razones válidas por las que sientas lo que sientes, en vez de luchar contra esos sentimientos, puedes aceptarlos, incluso cuando no te gusta lo que estás sintiendo. Asimismo, expresar cómo te sientes puede resultar en alivio, pero sin ser el aguafiestas, traspasando una negatividad innecesaria a otros.
– Haz un homenaje a quienes echas de menos, celebra que estuvo. Si has perdido un ser querido, es compatible añorar su presencia con celebrar cuando estuvo. Podemos contar historias que incluye la persona, hacer cosas que traiga su presencia al día de hoy.
Esperamos que algunas de estas recomendaciones te hayan resultado útiles. De no ser así: manta, peli y dentro de nada es el 7 de enero. 😉 Igualmente os deseamos felices fiestas a los que os gustan las fiestas y felices días a los que no.